sábado, 13 de diciembre de 2008

Biología comparada


Las leyes de la biología están escritas en el lenguaje de la diversidad. Cuanto más profundamente se estudie la diversidad biológica, tanto más rápidamente se descubrirán los principios unificadores de la biología y las leyes que rigen este singular universo de organismos.

Pocas ideas han cambiado tan profundamente nuestra visión de la naturaleza como la misma idea de cambio que implica la evolución de los seres vivos. Los organismos biológicos se agrupan en unidades naturales de reproducción que denominamos especies. Las especies que ahora pueblan la Tierra proceden de otras especies distintas que existieron en el pasado, a través de un proceso de descendencia con modificación. La evolución biológica es el proceso histórico de transformación de unas especies en otras especies descendientes, e incluye la extinción de la gran mayoría de las especies que han existido. Una de las ideas más románticas contenidas en la evolución de la vida es que dos organismos vivos cualesquiera, por diferentes que sean, comparten un antecesor común en algún momento del pasado. Nosotros y cualquier chimpancé actual compartimos un antepasado hace algo así como 5 millones años. También tenemos un antecesor común con cualquiera de las bacterias hoy existentes, aunque el tiempo a este antecesor se remonte en este caso a más de 3000 millones de años.

La evolución es el gran principio unificador de la Biología, sin ella no es posible entender ni las propiedades distintivas de los organismos, sus adaptaciones; ni las relaciones de mayor o menor proximidad que existen entre las distintas especies. La teoría evolutiva se relaciona con el resto de la biología de forma análoga a como el estudio de la historia se relaciona con las ciencias sociales. La famosa frase del genético evolucionista Theodosius Dobzhansky que abre este tema, no es más que una aplicación particular del principio más general que afirma que nada puede entenderse sin una perspectiva histórica.


La biología comparada (sistemática, biogeografía, paleontología y embriología) estudia la diversidad de especies y taxones superiores -géneros, familias, etc.-, analizando la distribución de sus atributos con el objeto de captarlos patrones bióticos, es decir el aparente orden de la vida. Por su parte, la biología general (genética, ecología de poblaciones, fisiología y evolución) estudia los procesos y mecanismos que generan la diversidad biológica.

La biología comparada creció a través de la acumulación de datos sobre la diversidad de los atributos de los organismos. Como resultado de esos estudios se describieron y se dio nombre a más de un millón y medio de especies. Sin embargo, la mera acumulación de datos sobre el mundo en que vivimos, por mejor ordenados que ellos estén, no es suficiente para comprender ese mundo. La teoría de la evolución, formulada por Charles Darwin y Alfred Russel Wallace a mediados del siglo XIX, nos permite interpretar los datos acumulados por la biología comparada. El estudio de la diversidad de la vida, ahora mirado a través de la lente de la teoría de la evolución, equivale al estudio de la historia de la vida. Por lo tanto, el análisis de la forma (similitudes y diferencias en los atributos de los organismos) ya no puede ser separado dala consideración del tiempo y del espacio.

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